Honesta Brutalidad
Pies que se acicalan (Greatest Hits II)
1 de Enero, 1994, Mientras todos dormían plácidamente, Santiago se acababa de tomar la cuarta pastilla de éxtasis, sorprendido por su alta addicción pero también por los efectos que por momentos dejaban que desear.
Se cree muy importante, con su lapicera dorada, desafiándome con la mirada. Todavía piensa que va a cambiar mi destino, por llamarlo de alguna manera. No tiene fuerza para levantar la cabeza frente a alguien. Diarios psicodélicos iluminan las paredes. La guitarra todavía le habla, pidiendo ser tocada.
Es de vez en cuando irritante, pero en el fondo se esconde un Santiago feliz. Jugando a la pelota con una lata de gaseosa. Disfrutando sanamente, discutiendo sin motivos.
El agua esta caliente. Subila que hace frío.
Santiago solamente quiere triunfar. Pero de pronto la imágen de su madre completamente desnuda le señala el verdadero camino.
El va a 10.000 km/h con su trapito, limpiando autos, pidiéndoles a gritos, a veces en cuatro idiomas y hasta por horas, el primer disco de Syd Barrett. También quiere Vegetable Man, pero se da cuenta que vivimos a merced de los sin-pensamientos, abusando su estructura abdominal.
Muy poco antes de su muerte, no pudo insinuar la calidad que esas pastillas habían tenido. Por momentos se sentía estafado, y hasta dice haber estado totalmente cagado, pero peor es nada, como diría un viejo programa humorístico que ya no existe más. Decidió no dormir en toda la noche, ya que por ser su primera vez con X, tenía miedo de descomponerse, y además encontraba un estado mágico a este punto.
Santiago raspa el borde del cuaderno con su uña pulgar, y este proceso se repite sucesiva y automáticamente.
Trata de no escribir en inglés, pero el ritmo paranoico de sus ojos hacia ambos lados le permite comunicarse con el interior del exterior.
Pasaron 12 años, necesitaba darse un tiempo para configurar y mezclar pesadillas con alguien con mucho amor propio y que lo pudiera soportar. Sin embargo, lo cierto es que Santiago veía ahora ese día como totalmente el mejor de su vida. Cuando encuentra tiempo, alimenta los valores y sus típicas palomas multicolor.
Tiene un afán de relatar lo que ve que lo devora por dentro. Ya pasadas un par de horas, Santiago tenía una bicicleta, se casó con una mujer de nombre Emily, olía ropa interior de tendedores ajenos, era un diamante loco que brillaba y también el hombre con los ojos de hoyos negros en el cielo.
Horas, interminables horas tardaba. Un día, de repente, se da cuenta de que tiene muchísimo para dar, pero poco para recibir. Y un día como el de hoy se dió cuenta que después de un rato; tanto física como psicologicamente Fueron Se Cuan. Se escuchaba desde lejos.
Santiago, aquel enigmatico personaje que Prone Tio Sigla, imaginando un monton. Sus parientes son violentos. Empachándose de amor reprimido.
Un chimpance violeta suelto por ahi. Se estima que es una pieza fundamental en el armado de la destruida cabeza del borrego porcelanico.
Santiago se encuentra ahora entre 4 paredes y un piso sin alfombra. Se encuentra. Su inocencia e ingenualidad dejan en nosotros una imágen totalmente distinta.
1/1/06
Se cree muy importante, con su lapicera dorada, desafiándome con la mirada. Todavía piensa que va a cambiar mi destino, por llamarlo de alguna manera. No tiene fuerza para levantar la cabeza frente a alguien. Diarios psicodélicos iluminan las paredes. La guitarra todavía le habla, pidiendo ser tocada.
Es de vez en cuando irritante, pero en el fondo se esconde un Santiago feliz. Jugando a la pelota con una lata de gaseosa. Disfrutando sanamente, discutiendo sin motivos.
El agua esta caliente. Subila que hace frío.
Santiago solamente quiere triunfar. Pero de pronto la imágen de su madre completamente desnuda le señala el verdadero camino.
El va a 10.000 km/h con su trapito, limpiando autos, pidiéndoles a gritos, a veces en cuatro idiomas y hasta por horas, el primer disco de Syd Barrett. También quiere Vegetable Man, pero se da cuenta que vivimos a merced de los sin-pensamientos, abusando su estructura abdominal.
Muy poco antes de su muerte, no pudo insinuar la calidad que esas pastillas habían tenido. Por momentos se sentía estafado, y hasta dice haber estado totalmente cagado, pero peor es nada, como diría un viejo programa humorístico que ya no existe más. Decidió no dormir en toda la noche, ya que por ser su primera vez con X, tenía miedo de descomponerse, y además encontraba un estado mágico a este punto.
Santiago raspa el borde del cuaderno con su uña pulgar, y este proceso se repite sucesiva y automáticamente.
Trata de no escribir en inglés, pero el ritmo paranoico de sus ojos hacia ambos lados le permite comunicarse con el interior del exterior.
Pasaron 12 años, necesitaba darse un tiempo para configurar y mezclar pesadillas con alguien con mucho amor propio y que lo pudiera soportar. Sin embargo, lo cierto es que Santiago veía ahora ese día como totalmente el mejor de su vida. Cuando encuentra tiempo, alimenta los valores y sus típicas palomas multicolor.
Tiene un afán de relatar lo que ve que lo devora por dentro. Ya pasadas un par de horas, Santiago tenía una bicicleta, se casó con una mujer de nombre Emily, olía ropa interior de tendedores ajenos, era un diamante loco que brillaba y también el hombre con los ojos de hoyos negros en el cielo.
Horas, interminables horas tardaba. Un día, de repente, se da cuenta de que tiene muchísimo para dar, pero poco para recibir. Y un día como el de hoy se dió cuenta que después de un rato; tanto física como psicologicamente Fueron Se Cuan. Se escuchaba desde lejos.
Santiago, aquel enigmatico personaje que Prone Tio Sigla, imaginando un monton. Sus parientes son violentos. Empachándose de amor reprimido.
Un chimpance violeta suelto por ahi. Se estima que es una pieza fundamental en el armado de la destruida cabeza del borrego porcelanico.
Santiago se encuentra ahora entre 4 paredes y un piso sin alfombra. Se encuentra. Su inocencia e ingenualidad dejan en nosotros una imágen totalmente distinta.
1/1/06
